500 palabras de Ignacio Martínez Fernández

Mi propósito para mejorar la educación empieza con un esfuerzo por mi parte en el método de enseñanza. Sabiendo cómo está el país, debemos en la medida de lo posible mejorar entre todos la calidad de una buena educación. Para ello tenemos que unirnos todos en grupo y debatir. Las cosas que yo pondría en propuesta, entre las que se citen por todos los miembros, ir convirtiendo a todos aquellos profesores técnicos en prácticos, mediante la paciencia y el tiempo. Con ello quiero mejorar la educación, sabiendo que esos profesores que ahora son prácticos tras convertirlos, den aquellas asignaturas intragables  lo más ameno posibles y que el alumno pueda interiorizar esa materia con mucha más facilidad.

Otra cosa para mejorar sería hacer nosotros (entre todos) los libros de los alumnos, ya que cada editorial pone unos precios muy altos, y hay familias que no pueden pagar los libros. También pondría ayudas para libros que no pudiéramos hacer entre nosotros.  Yo me comprometo a fabricar libros, o coger modelos anteriores, llevarlos a una copiadora oficial y que me hagan los libros tres o cuatro veces más baratos.

Comentarles a las editoriales, que en vez de tanto regalo informático por su parte, que esos regalos sean 20 libros de cada curso para familias que no puedan pagar aquellos libros con precios tan desorbitados. Usaría bastante el aula de informática (si dispone de ella) para realizar ejercicios relacionados con la búsqueda de información para redactar aquellos trabajos que mande a los alumnos. Realizaría juegos relacionados con la materia para la mejora y comprensión de esta sin necesidad de que ellos empollen mucho para los exámenes escritos. También haría pruebas orales para evaluar al alumnado, y para comprobar que lo ha interiorizado. No me gustaría gregarizarlos, ya que cada uno es como es, y cada uno necesita una ayuda u otra. El método de enseñanza sería distinto y a la vez parecido al modelo anterior. Sé que la escuela siempre ha mantenido sus formas de enseñanza, pero poco a poco nos vamos metiendo en otro mundo, un mundo más informatizado, y ya que cambia todo excepto la enseñanza, deberíamos cambiarla también. Nunca me ha gustado seguir las características habituales, quiero decir, siempre me ha gustado el cambio a algo mejor y soy partidario de ayudar en ese cambio. Para ello, y como he citado antes, debemos juntarnos aquellos profesores que quieran participar en el cambio, y arrasar, hablando de forma coloquial. Enseñar a aquellos profesores que nunca quieren cambiar nada por nada, únicamente siguen las pautas de la guía didáctica y el tiempo, que empiecen poniendo ejemplos prácticos, y poco a poco se vayan formando para seguir formando al alumnado de una forma más concisa.

Llevarlos a salidas para que conozcan el entorno, la historia de su ciudad, y no sólo estén unidos a la informática. Enseñarles unos valores mínimos de comportamiento y educación para dentro y fuera del aula, con premios si lo hacen bien, y castigos si lo llegan a hacer mal.